¿Mañas o Pataletas?
Llegando casi al año, los bebés empiezan a mostrar su temperamento a partir de mañas y pataletas. En general, antes de esto los bebés suelen hacer quejas o mañosean por molestias que sienten -algo les aprieta, tienen sueño, hambre, etc.- Sin embargo, como en esta etapa los bebés suelen tener una memoria un poco más desarrollada, cuesta mucho más poder sacarlos del estado de mañoseo, y es más difícil tratar con ellos.
La importancia de reconocer cuando es pataleta, y cuando no:
Las pataletas se distinguen de cualquier otra expresión emocional, ya que estas ocurren cuando los bebés, niños y niñas quieren tener algo que no pueden tener. Esto en general involucra gritos y llantos.
En cambio, hay veces en que los bebés, niños y niñas se sienten sobrepasados emocionalmente, y esto se puede deber a una sobrestimulación de sus sentidos -mucho ruido y sonidos, hambre, muchos objetos, sabores, calor, frio, etc-.
En estos casos, trata de reducir la estimulación sensorial, hablar en una voz más suave, cambiar de pieza a una donde no haya mucha gente y contener a tu bebé para bajar las revoluciones.
¿Y qué puedes hacer tú cuando se den estas situaciones?
- Primero que todo, mantén la calma; si te estresas o te enojas, podrías reaccionar de forma “no tan óptima”. Recuerda que los bebés son capaces de percibir el estado emocional que sientes.
- Conéctate con el estado emocional de tu bebé; al estar alerta a su estado emocional, podrás ser capaz de identificar cuando se avecinen estas emociones. También al escuchar qué le sucede emocionalmente, podrás explicarlo y/o distraerlo con otra cosa.
- Identifica los gatillantes; las mañas, pataletas y emociones intensas aparecen producto de algo. Al poder identificar qué fue lo que provocó que tu bebé se estresara tanto, podrás evitarlo o adecuar la situación.
- Sé consistente con tu forma de lidiar y manejar las mañas y pataletas; la consistencia le entrega rutinas y pautas a los bebés, y es una forma en que ellos aprenden a relacionarse con las personas. Por lo mismo, trata de mantener una misma forma de controlar y trabajar con las mañas.
Valida la emoción y situación que está viviendo tu bebé:
“Entiendo que debes estar triste porque no te dejé jugar con ese objeto, me imagino que debe ser muy frustrante para ti”. Los bebés en este momento del desarrollo no saben cómo transmitir lo que les sucede; tú puedes ser su traductor. Esto le enseñará a ir reconociendo sus estados emocionales, y te entregará una sensación de control.
Recuerda: Es normal que esto canse y te frustre.
Si bien uno puede entender que los bebés todavía no reconocen sus emociones, o son capaces de regularse solitos, eso no lo hace una tarea más sencilla para ti.
Si te empiezas a sentir sobrepasado, trata de hacer un “relevo”; ya sea con tu pareja, alguien de tu familia, etc. Así puedes reunir fuerzas para más adelante.
Trata de respirar muy profundamente; inhala, aguanta y exhala en tres tiempos para bajar tus propias revoluciones, puedes también tomar a tu bebé en brazos y cantar una canción que a ti te guste y te relaje; en la medida en que tu logres un estado de tranquilidad, podrás calmar a tu bebé.